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Invertir en acciones: ¿como?...

Foto del escritor: Armando BienestarArmando Bienestar

Cómo invertir en acciones: guía paso a paso para principiantes presentada por Business Insider España, Kamila Barca.

Las acciones son uno de los primeros activos que se nos vienen a la mente cuando pensamos en empezar a invertir nuestro dinero. Su popularidad es, cuanto menos, merecida. Aunque dar el primer paso en el mundo de la inversión en acciones puede ser intimidante para los principiantes…


Este activo representa una pequeña parte del capital social de una empresa. Es decir, cuando compras acciones de una compañía te conviertes en uno de los propietarios de la firma, aunque tu relevancia dependerá del número y el tipo de acciones que tengas en tu poder.


Los accionistas tienen una responsabilidad limitada respecto a la actividad de la empresa y pueden transferir sus acciones cuando quieran a través de los mercados bursátiles, con algunas excepciones, como verás a continuación. Algunas otorgan derechos como recibir dividendos y votar en decisiones corporativas.


Por lo tanto, entender qué representan, cómo funcionan los diferentes tipos de acciones y las estrategias más populares para seguir el ritmo a los mercados es esencial para tomar decisiones informadas de inversión y no poner en riesgo tus finanzas.


En esta guía, desglosaremos los conceptos básicos y un enfoque paso a paso para ayudarte a empezar a sacarle partido a tu dinero; herramientas necesarias para comenzar a invertir en acciones y crear una cartera que se alinee con tus objetivos financieros.


Esto es lo que encontrarás a continuación:

  1. Tipos de acciones.

  2. Formas de invertir en acciones.

  3. Estrategias de inversión en acciones.

  4. Ventajas y desventajas de invertir en acciones.

  5. 7 pasos para empezar a invertir en acciones desde cero.

  6. Ahorra en impuestos con tu inversión en acciones.


Tipos de acciones.


  • Acciones ordinarias: son las más comunes y otorgan derecho a voto en las juntas de accionistas. Sus dividendos no están garantizados, pero tienen un mayor potencial de apreciación a largo plazo.


  • Acciones preferentes: no suelen otorgar derecho a voto, pero sus dividendos son fijos y suelen tener prioridad sobre las acciones comunes en caso de quiebra. Son menos volátiles que las ordinarias, pero tienen menos potencial de crecimiento.


  • Acciones de clase A y clase B: las acciones de clase A suelen ofrecer más derechos de voto. Las de clase B pueden tener menos o ningún derecho de voto, pero suelen ser más baratas que las primeras.


  • Acciones de voto múltiple y acciones de fundadores: dan más votos por acción, permitiendo a ciertos grupos mantener el control. Las de los fundadores suelen incluir este privilegio y otros como una mayor participación en los beneficios.


  • Acciones de crecimiento: no distribuyen dividendos, sino que reinvierten sus ganancias para expandirse. Son atractivas para los inversores que buscan el aumento del valor de sus acciones a largo plazo, pero son acciones que pueden sobrevalorarse fácilmente si se vuelven muy populares.


  • Acciones de dividendos: reparten parte de sus beneficios en forma de dividendos, lo que te proporciona ingresos regulares.


  • Acciones tecnológicas: empresas tecnológicas o que están transformando industrias tradicionales mediante la innovación. Pueden tener alto potencial de crecimiento, pero también riesgos considerables por su volatilidad.


  • Acciones defensivas: suelen representar a empresas estables, como las de consumo básico (alimentos, medicinas), que resisten mejor en épocas de crisis económica.


  • Acciones cíclicas: el valor de estas acciones está vinculado al ciclo económico (como pueden ser las de la construcción o los automóviles). Se utilizan para comprar barato y vender en épocas de expansión.


  • Acciones de valor: empresas que están siendo infravaloradas por el mercado ahora mismo. Los inversores en valor buscan comprar a precios bajos, confiando en que el mercado finalmente reconocerá el verdadero valor de la empresa, lo que aumentará el precio de sus acciones.


  • Acciones de pequeña, mediana y gran capitalización: las empresas de pequeña capitalización (small caps) son compañías que tienen aún un valor de mercado relativamente bajo (por lo general, menos de 2.000 millones). Este tipo de empresas tienen más potencial de crecimiento, pero también más riesgo asociado. Las de mediana capitalización, que se suelen considerar la opción más equilibrada de esta clasificación, se sitúan entre los 2.000 y 10.000 millones. Y las de gran capitalización, que ofrecen menos crecimiento, pero son más estables, en más de 10.000 millones de euros.


  • Acciones blue chip: grandes empresas consolidadas con una reputación de estabilidad, calidad y fiabilidad. Suelen tener un crecimiento más lento, pero son consideradas una inversión segura.


  • Acciones de oro o mineras: se dedican a la minería de metales preciosos como el oro y la plata. Su valor suele estar correlacionado con el precio de los metales preciosos, por lo que pueden actuar como una cobertura en tiempos de incertidumbre económica.


Si quieres seguir profundizando en los diferentes tipos de acciones —o ya tienes experiencia en los mercados con las mencionadas con anterioridad— te podría interesar investigar: las acciones rescatables, convertibles, subordinadas, con o sin derecho acumulativo, preferentes convertibles contingentes (CoCos), sin valor nominal, de autocartera y sintéticas.


Otra diferencia importante entre las acciones a tener en cuenta para tu estrategia es la de las acciones flotantes y las restringidas. Las acciones flotantes son aquellas que están disponibles para el público en general y que pueden intercambiarse libremente en los mercados —vamos, las que puedes comprar tú— y las restringidas están limitadas para ciertos inversores.


Formas de invertir en acciones.


Las acciones se pueden comprar de forma directa o dentro de otros productos financieros a través de diferentes entidades financieras. Estas entidades pueden ser tu banco, tu amigo el bróker que trabaja en un gran banco de inversión o gestora, o un broker online.


Este tipo de inversión puede ser de gestión activa (tú tienes todo el control sobre el proceso de inversión) o de gestión pasiva (delegas el proceso de selección y gestión de la inversión).


Estas son las formas más populares de invertir en acciones:


  • Compra directa de acciones: a través de una plataforma de inversión o broker. Requiere más tiempo para investigar y aprender a gestionar tus inversiones, pero tú eliges qué acciones, cuántas y cuándo las quieres comprar.


  • Fondos de inversión: un fondo de inversión colectiva o fondo mutuo que agrupa el dinero de muchos inversores para comprar una cartera diversificada de acciones gestionada por un profesional. P


  • Fondos indexados: los fondos indexados replican el comportamiento de un índice bursátil. En este caso no tienes el control sobre las acciones específicas que lo componen.


  • Planes de Ahorro Previsional Voluntario: producto financiero para invertir a largo plazo para la jubilación, con restricciones sobre cuándo y cómo retirar los fondos, pero con incentivos fiscales.


  • ETF (Fondos Cotizados en Bolsa): al igual que los fondos indexados, permiten diversificación automática y suelen tener bajas comisiones. Puedes invertir en ETF a través de broker o plataformas de inversión que los comercialicen, como XTB o Interactive Brokers. Algunos bancos también tienen ofertas de ETF especializados.


  • Roboadvisor: con las carteras automatizadas que diseñan para cada perfil de riesgo. A pesar de que el grado de personalización es menor, la gestión pasiva a través de roboadvisors te permite desentenderte del proceso por una comisión significativamente pequeña.


  • Broker tradicional: un broker puede ser una persona o una plataforma que gestione las inversiones por ti. Sus comisiones suelen ser más altas que las de los brokers online, pero ofrecen servicios de asesoría personalizada y opciones de gestión activa para inversores que buscan mayor soporte en sus decisiones financieras.


Estrategias de inversión en acciones.


Los tipos de acciones ya te han dado una larga lista de estrategias que seguir para empezar a invertir: en dividendos, en valor, de crecimiento, en empresas cíclicas o defensivas, según la capitalización, de forma automatizada (a través de roboadvisors) o en fondos indexados a un índice…


Estas son las estrategias que van más allá del tipo de acción que compres:


  • DCA (Dollar-Cost Avarage): invertir cantidades fijas regularmente, sin importar el precio de las acciones. Reduce el riesgo de comprar en momentos altos.


  • Comprar y mantener (Buy and Hold): comprar acciones y mantenerlas a largo plazo, independientemente de las fluctuaciones a corto plazo.

  • Market Timing: intentar predecir los movimientos del mercado para comprar barato y vender caro.


  • Acciones con tendencia alcista (en el momento): comprar acciones que han mostrado una tendencia alcista y venderlas cuando comiencen a declinar.


  • Inversión contraria (Contrarian Investing): comprar acciones que otros están vendiendo en masa, anticipando una recuperación futura.


  • Swing Trading: comprar y mantener acciones durante días o semanas para aprovechar movimientos de precios a corto plazo.


  • Trading intradía (Day Trading): comprar y vender acciones dentro de un solo día, aprovechando la volatilidad intradía.


  • Rotación de sectores: rotar inversiones entre sectores según las fases del ciclo económico, maximizando el rendimiento durante ciclos específicos del mercado.


  • Inversión socialmente responsable (SRI): en empresas que siguen principios éticos, como sostenibilidad ambiental o responsabilidad social.


  • Inversión en pares: en dos acciones relacionadas, comprando una y vendiendo en corto la otra para aprovechar las diferencias de rendimiento entre las dos.


  • Inversión en IPOs (Ofertas Públicas Iniciales): empresas que acaban de salir a bolsa, que pueden ofrecer altos rendimientos iniciales —aunque se desconozca su histórico o evolución.


  • Estrategia de cobertura (Hedging): opciones o derivados para proteger una cartera de acciones frente a caídas del mercado, reduciendo el riesgo aunque implique menos ganancias.


  • Inversión temática: invertir en tendencias o temas globales como tecnología, cambio climático o envejecimiento de la población, para aprovechar sectores emergentes o disruptivos.


  • Venta en corto (Short Selling): vender acciones que no posees anticipando una caída en su precio para recomprarlas más baratas.


Ventajas y desventajas de invertir en acciones.


La inversión en acciones (sobre todo individuales, es decir, no dentro de fondos u otros paquetes) no es apta para todos los perfiles de riesgo. Las acciones pueden subir o bajar de precio en un sólo día. ¿Por qué? Por cómo le afectan las noticias, los cambios de ciclo económicos u otros eventos que puedan estar relacionados con la firma.


Por ejemplo, si se publica una noticia negativa y un número significativo de los accionistas no está de acuerdo con ello o teme que vaya a afectar a sus resultados y vende su posición a cualquiera que sea el precio al que está en ese momento, puede llevar a una caída significativa del valor de las acciones.

Sin embargo, esta a su vez es una de sus mayores fortalezas, porque significa que puedes deshacerte de ellas de la noche a la mañana y recuperar —aunque sea una parte— el dinero invertido. En otras palabras, es un activo bastante líquido.


También, debido al riesgo que puedes asumir, tienden a generar mayores rendimientos que otros activos como bonos o cuentas de ahorro. Y te permiten invertir en diferentes sectores, países, tipos de empresas o siguiendo varias estrategias al mismo tiempo.


7 pasos para empezar a invertir en acciones desde cero.


  1. Define los objetivos financieros: antes de empezar a invertir, define claramente tus metas. ¿Quieres ahorrar para la jubilación, comprar una casa o generar ingresos pasivos? Esto te ayudará a determinar cuánto riesgo puedes asumir y a qué plazo deberías pensar. Aquí tienes una guía para planificar tu futuro financiero.


  2. Define tu perfil de riesgo: el riesgo está siempre presente al invertir en acciones. Si te preocupa perder dinero en el corto plazo, es posible que prefieras acciones más seguras o fondos indexados. Si tu horizonte es a largo plazo y puedes asumir fluctuaciones, entonces podrás asumir más riesgos. Así puedes calcular tu perfil de riesgo (sin morir en el intento).


  3. Elige una plataforma o broker: el mejor método para invertir en acciones es el que se adapte a tu perfil, tus objetivos y el tipo de acciones que quieras en tu cartera. Asegúrate de que ofrezca una interfaz amigable, bajas comisiones y una buena selección de acciones o fondos.


  4. Abre una cuenta de inversión: una vez elegido el broker, plataforma de servicios financiero o gestora, deberás abrir una cuenta. Esto implicará un proceso de registro, verificar tu identidad, para el test MiFID para comprobar tu nivel de conocimientos financieros y experiencia en los mercados y, en algunos casos, depositar un capital mínimo para comenzar a operar.


  5. Determina el presupuesto para empezar a invertir: nunca inviertas dinero que no puedas permitirte perder. Este es el dinero qué necesitas para empezar a invertir y a partir de cuánto puedes comprar tus primeras acciones. Si todavía no has empezado a ahorrar, aquí tienes una guía paso a paso.


  6. Diseña una estrategia acorde a tu perfil de riesgo y tus objetivos: decide en qué acciones invertir, analiza las cuentas de las empresas, y asegúrate de que construyes una cartera diversificada.


Haz seguimiento (y ajusta tu cartera si es necesario): revisa regularmente tus inversiones y ajusta tu portafolio según tu evolución financiera y los cambios en el mercado. A veces puede ser conveniente vender acciones que no están rindiendo o adquirir más de aquellas con buen rendimiento.


Y no olvides los impuestos.


La inversión en acciones se incluye en las rentas del impuesto global complementario como rentas por ganancias y pérdidas patrimoniales. Estas se asumen según el resultado de la operación y se pueden compensar. Es decir, el dinero que pierdes lo puedes descontar de las ganancias que consigues en el mismo periodo y, así, ahorrar en la declaración de la renta.



La información aquí contenida se expone a título meramente informativo y no constituye una recomendación de inversión, invitación, solicitud u obligación por parte del autor, Business Insider España o, la editora, Henneo Magazines.


Tampoco representa una recomendación de Mimejoropcion.



Fuente: Business Insider España, Kamila Barcao. Editado por Henneo Magazines.


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