EI tercer principio de la prosperidad que debemos tener en cuenta cuando hablamos de cambiar nuestra actitud con respecto a las finanzas tiene que ver con el ejercicio de la paciencia diligente, de la perseverancia.
"La paciencia nos protege de los males de la vida como la vestimenta nos protege de las inclemencias del tiempo", decĆa Leonardo Da Vinci; a lo que Cervantes podrĆa agregar: "La diligencia es la madre de la 'buena suerte".
Hago una diferencia entre la paciencia en general y la paciencia diligente porque muchas veces encuentro que la gente tiene una idea fatalista de la paciencia. Creemos que es sinĆ³nimo de rendirnos a nuestra mala suerte o a las circunstancias en las que 'vivimos. Pensamos en 'la idea de sentarnos, mirando el techo y esperando sin hacer nada a que ocurra un milagro o a que las circunstancias cambien en nuestra vida. Esa es la paciencia del tango Ā«SufraĀ» de Caruso y Canaro:
Sufra y aguante, y tenga paciencia, que con paciencia se gana el cielo, trague saliva y hƔgase buches que se le puede caer el pelo. Si es que le hacen una parada, si desgraciado es en el querer, trague saliva y hƔgase buches. Sufra y aguante, que es por su bien.
Esa no es la paciencia de la que estamos hablando. Estamos hablando de una paciencia en movimiento, la paciencia diligente, la perseverancia a travƩs del tiempo.
Confucio decĆa: Ā«Nuestra mayor gloria no estĆ” en que nunca hemos fallado, sino en que cada vez que fallamos nos hemos levantadoĀ»,
El ejercer la paciencia diligentemente desde el punto de vista econĆ³mico requiere salirnos de la actitud y la cultura imperante a nuestro alrededor para comenzar a mirar la vida desde un punto de vista diferente. El problema que experimentamos como hispanos es que las continuas dificultades econĆ³micas de nuestros paĆses latinoamericanos han promovido desde nuestra niƱez una actitud del Ā«ya y ahoraĀ». Entonces, cuando tenemos la oportunidad de comprar algo o de realizar algĆŗn negocio, miramos por lo que es mĆ”s conveniente a corto plazo: hoy tenemos, y hoy gastamos; y generalmente pensamos: ĀæQuiĆ©n sabe que es lo que va a ocurrir maƱana?
En beneficio de todos los millones de personas que viven en paĆses donde este tipo de prĆ©stamos se ha hecho popular voy a contar una 'historia que ilustra el principio de la Paciencia.
Tengo dos amigos. Uno se llama Ricardo RƔpido y otro se llama Pedro Paciente. Los dos pueden aspirar a comprar una casa por UF 5.000. Los dos tienen UF 2.000 para dar de piƩ y los dos pueden pagar unas UF 16 por mes.
1.- Una compra inteligente.
Ricardo RƔpido, por ser rƔpido, se compra la casa mƔs grande que puede con el dinero que tiene: la compra en UF 5.000.
AquĆ estĆ” su cuadro resumen:
Valor propiedad: UF 5.000
PiƩ: UF 2.000
Deuda: UF 3.000
Plazo (aƱos): 30 aƱos
InterƩs anual: 4,8%
Pago mensual: UF 15.74
Pedro Paciente, a pesar de poder hacer lo que mismo que hizo Ricardo RĆ”pido, decide que va a comprar primero una casita mĆ”s pequeƱa, de UF 3.500. Y a pesar de que la deuda es menor y que los pagos mensuales pueden ser menores se dice a sĆ mismo: Ā«Yo puedo pagar UF 16, asĆ que voy a pagar mĆ”s para adelantar lo antes posible el pago de mi deudaĀ». Entonces, el pago mensual de Paciente es mĆ”s alto del que deberĆa ser.
AquĆ estĆ” su cuadro resumen:
Valor propiedad: UF 3.500
PiƩ: UF 2.000
Deuda: UF 1.500
Plazo (aƱos): 30 aƱos
InterƩs anual: 4,8%
Pago mensual: UF 15.74
Este es el cuadro comparativo de la situaciĆ³n inicial de nuestros dos amigos:
Nombre Deuda Dividendo InterƩs Capital Patrimonio
RƔpido 3.000 15,74 12,00 3,74 2.003,74
Paciente 1.500 15,74 6,00 9,74 2.009,74
(Valores en UF)
Notemos que el pago Ā«extraĀ» que estĆ” haciendo Paciente le permite colocar mĆ”s dinero para pagar su deuda % por lo tanto, estĆ” aumentando su activo (el valor del dinero que tiene en su propiedad).
2.- Un pago anticipado.
A los diez aƱos, Pedro Paciente termina de pagar su casa. Esta es la situaciĆ³n econĆ³mica de RĆ”pido y Paciente al final de esos 120 meses:
Mes Nombre Deuda Dividendo InterƩs Capital Patrimonio
120 RƔpido 2.425 15,74 9,73 6,01 2.575
120 Paciente 0 15,74 0,00 15,74 3.500
(Valores en UF)
Cabe hacer notar, que a pesar de que en la mensualidad de RĆ”pido hay una mayor cantidad de dinero que va hacia el pago de su deuda despuĆ©s de diez aƱos, la cantidad de dicho pago que va a cancelar intereses es aĆŗn mucho mayor (+61%).
ĀæEl resultado?
Ricardo RĆ”pido ha estado pagando un Ā«arriendoĀ» por el dinero que pidiĆ³ prestado para comprar su casa y, despuĆ©s de haber hecho pagos por UF 575, todavĆa debe UF 2.425!
3.-Una movida inteligente
Ahora que Pedro Paciente pagĆ³ totalmente su casa, decide venderla y comprarse la casa de sus sueƱos exactamente al lado de la de Ricardo RĆ”pido. Le cuesta lo mismo que le costĆ³ a el diez aƱos atrĆ”s: UF 5.000.
Paciente coloca todo el dinero obtenido por la venta de su primera casa (UF 3.500) como piĆ© y toma el resto como una hipoteca a pagar a treinta aƱos. Observemos, ahora, cuĆ”l es la posiciĆ³n financiera de los RĆ”pidos y los Pacientes:
Mes Nombre Deuda Dividendo InterƩs Capital Patrimonio
121 RƔpido 2.419 15,74 9,70 6,04 2.581
121 Paciente 1.492 15,74 8,00 7,74 3.508
(Valores en UF)
A pesar de que Pedro podrĆa pagar una mensualidad menor, continĆŗa haciendo el pago mensual de UF 15,74, lo que acelera aĆŗn mĆ”s la velocidad con la que estĆ” pagando su deuda hipotecaria.
d. Una meta lograda
Diez aƱos despuĆ©s, Pedro Paciente termina de pagar la deuda de su segunda casa. AquĆ estĆ” el cuadro comparativo de la situaciĆ³n econĆ³mica de Ricardo RĆ”pido y Pedro Paciente despuĆ©s de 240 mensualidades pagadas:
Mes Nombre Deuda Dividendo InterƩs Capital Patrimonio
240 RƔpido 1.498 15,74 6,03 9,71 3.502
240 Paciente $0 15,74 0,00 15,74 5.000
e. Una inversiĆ³n sabia.
Una vez que Pedro Paciente termina de pagar la casa de sus sueƱos, decide que, en vez de mudarse a una casa mƔs grande o gastar el dinero que ahora le queda lo va a invertir conservadoramente al 1,5% en UF de interƩs anual. Entonces, Pedro Paciente abre una cuenta de inversiones en la que deposita UF 15,74 todos los meses con un rendimiento real del 1,5% por aƱo.
f. Resultado final.
La pregunta, ahora, es ĀæquĆ© ocurre con Ricardo RĆ”pido y Pedro Paciente despuĆ©s de treinta aƱos? (plazo original).
Pues bien: a los treinta aƱos de pagar sus mensualidades hipotecarias religiosamente, Ricardo RƔpido finalmente termina de pagar su casa. Hace una fiesta, invita a sus amigos y celebra que, por fin, es un hombre libre del yugo hipotecario y la casa es realmente suya. Tiene un capital acumulado de UF 5.000 (el valor de su propiedad).
Por otro lado, con menos bombos y platillos, la inversiĆ³n de Pedro Paciente en el banco alcanza a UF 2.039.
Mes Nombre Deuda Patrimonio
360 RƔpido 0 5.000
360 Paciente 0 7.039
La razĆ³n principal por el Ć©xito econĆ³mico de Pedro Paciente tiene que ver con la forma en la que planeĆ³ el pago de sus intereses hipotecarios. En esta historia se dejĆ³ de lado ciertos factores importantes como la fluctuaciĆ³n de los precios de las casas y la inflaciĆ³n del paĆs.
La enseƱanza principal de esta historia tiene que ver con la cantidad de intereses que pagaron cada uno de los protagonistas.
Ricardo RĆ”pido, con un carĆ”cter tĆpico de nuestras latitudes quiso tenerlo todo lo mĆ”s rĆ”pido posible. Pero eso tiene un precio. Para Ć©l, fue de UF 2.666 en intereses hipotecarios. Pedro Paciente, por su lado, supo esperar y sufrir por 10 aƱos en una casa mĆ”s pequeƱa y en un barrio con menos Ā«estatusĀ» que el de RĆ”pido para luego cambiarse a la casa de sus sueƱos. (la misma de RĆ”pido); ese planeamiento econĆ³mico a largo plazo trajo sus beneficios. Paciente solamente pagĆ³ UF 785 en intereses (1/3 de lo que pagĆ³ RĆ”pido). AĆŗn mĆ”s: su dominio propio y su carĆ”cter maduro le ayudaron a invertir el dinero que muchos de nosotros gastarĆamos en nuevos Ā«proyectosĀ».
El principio a seguir, entonces, en la nueva economĆa de mercado es que, cuando hablamos del pago de intereses, el juego se llama Ā«El que paga pierdeĀ».
Una nota mĆ”s que quizĆ”s es obvia: la acumulaciĆ³n de un capital de UF 7.039 le tomĆ³ a Pedro Paciente treinta aƱos de su vida. Eso quiere decir que, si comenzĆ³ a los treinta o treinta y cinco aƱos de edad Ć©l ahora estĆ” a punto de jubilarse. No le queda el mismo tiempo de vida que le quedaba cuando comenzĆ³ sus planes financieros a largo plazo y, ciertamente, disfrutĆ³ diez aƱos menos de la casa de sus sueƱos.
Pero Pedro Paciente no estĆ” pensando solamente en sĆ mismo. Paciente estĆ” acumulando capital para la siguiente generaciĆ³n: para sus hijos y sus nietos. Ćl ha sacrificado parte de su satisfacciĆ³n personal por el bienestar de las generaciones futuras. Este tipo de actitud estĆ” desapareciendo de nuestro continente en la medida en la que los medios de comunicaciĆ³n social nos condicionan a disfrutar del Ā«aquĆ y ahoraĀ» sacrificando en el proceso el futuro personal y familiar.
Esa era la actitud que demostraba el carĆ”cter de los inmigrantes europeos y asiĆ”ticos a nuestras tierras. Era la actitud de mi abuelo y de muchos eslavos, alemanes y asiĆ”ticos que regaron con su sangre y su sudor el noreste argentino para abrirle surcos a la selva de Misiones y del Chaco Paraguayo. Nos vendrĆa muy bien al resto de nosotros el imitarles. AndrĆ©s Panasiuk.
Fuente: ĀæComo llego a fin de mes?, AndrĆ©s Panasiuk. // Adaptado por Armando Bienestar.
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