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Sobreendeudamiento: Círculo vicioso...

Actualizado: 26 jun 2020


Venimos escuchando desde hace bastante tiempo: en medios de comunicación, en la conversa con amigos el fin de semana, en el café de la mañana en la oficina, acerca del “sobreendeudamiento”.


Pero ¿qué es en realidad el sobreendeudamiento? Existe una cierta convención en torno a tres indicadores, que le pueden ayudar a determinar si se encuentra en presencia de un cuadro de sobreendeudamiento:

  1. Cuando al sumar todas las deudas relativas a consumo (créditos en cuotas, líneas de crédito, tarjetas de cualquier especie, etc.) y dividirlas por su renta bruta total, el resultado arroja más de siete veces,

  2. Cuando al calcular la carga financiera relativa a todas sus deudas de consumo, al promedio de plazo y tasa del mercado – esto es 42 meses y 2.5% mensual respectivamente, y luego de dividir la cuota resultante por su renta bruta total, le arroja una relación por sobre un 25%,

  3. Cuando al restar a sus ingresos la suma de gastos corrientes + carga financiera mensual, tiene un déficit crónico en su presupuesto mensual, por lo general por un período de mas de seis meses consecutivos a la fecha.


El camino del sobreendudamiento contiene fases que van aumentando en criticidad y complejidad, lo que va alejando progresivamente el camino hacia una solución.

La primera tarea clave y urgente, es revisar en que fase de este serio problema se encuentra; para ello, revise si se encuentra en alguna de las siguientes situaciones:
- Déficit crónico en su presupuesto mensual, al restar a sus ingresos la suma de gastos corrientes + carga financiera mensual, por lo general por un período de más de seis meses consecutivos a la fecha,
- Necesidad de obtener periódicamente financiamiento adicional – a objeto de poder seguir sosteniendo su nivel de gastos, compras del supermercado a plazo, anticipos periódicos de sueldos,
- Gimnasia financiera periódica, por lo general varias veces durante la semana, a riesgo de que le puedan protestar un cheque, pagaré, o ser informado al boletín comercial,
- Incumplimientos de compromisos básicos de la familia: educación de los hijos, arriendo o dividendo, cuentas de gastos básicos (luz, agua, gas),
- Llamados de cobranza de uno o más acreedores, en tonos cada vez más duros y amenazantes,
- Solicitando un préstamo a familiares, compañeros de trabajo,
- Solicitando dinero en fuentes informales.

Es cierto, que muchas veces podemos “burlar” el sistema, por la vía de hacernos trampa nosotros mismos: pagar sólo intereses, cancelar siempre el pago mínimo de las tarjetas de crédito, vivir con cargo al cupo de la línea de crédito sin “darnos cuenta” que uno de estos días el cupo se nos acabará, hacer gimnasia financiera cancelando una obligación con la disponibilidad que nos generó el ofertón del mes de otra obligación, en fin.Sin embargo, la forma de comenzar a resolver este problema, es primero reconociendo que posiblemente se encuentre en alguna de las fases anteriormente descritas, y que esto se debe con toda seguridad, a la construcción sistemática de malos hábitos financieros y por lo tanto, de muy malas decisiones en este ámbito.Una vez aceptado el problema, debe compartirlo en el seno de su familia, de manera de obtener el compromiso necesario para desarrollar un plan de equipo, que le permita sortear con éxito la innumerable cantidad de obstáculos que se le presentarán en el camino. El sobreendeudamiento es definitivamente un problema que afectará tarde o temprano a su familia, razón por la que mientras antes lo comparta, mejor.El siguiente paso, será el de invertir un tiempo prudente en el ordenamiento de su presupuesto familiar, intentando llegar al mayor nivel de detalle en materia de gastos básicos, gastos complementarios y carga financiera actual, de manera de entender objetivamente cual es el tamaño de su déficit, así como cuales son las partidas más relevantes que lo explican. Este análisis presupuestario, le obliga a examinar el estado de sus finanzas pasado, antes de crear el plan para sus gastos y ahorros en el futuro. En otras palabras, un repaso de sus gastos y de sus hábitos de consumo le ayudará a crear un presupuesto mensual más realista. Sin embargo esté preparado para hacer algunos cambios, ya que esos hábitos le han impedido alcanzar sus objetivos financieros en el pasado. Esta revisión, le ayudará a formularse alternativas concretas de solución, pero de manera paralela deberá definir qué comportamientos y hábitos mejorará de aquí a futuro, de manera de no volver a caer en el mismo error. Por último, tendrá que comenzar a tomar mejores decisiones. Implementar este tipo de decisiones no es una tarea fácil, dado que por lo general contienen importantes dosis de factores emocionales, pero es un proceso que se debe administrar “profesionalmente”. La manera de objetivizar este proceso, es por la vía de definir de manera previa una regla de decisión o criterio, que es la especificación de un procedimiento para identificar la mejor alternativa en este problema de decisión. Lo más probable, es que en el pasado no tuvo mucho cuidado en medir los impactos de sus decisiones de consumo y endeudamiento, razón por la cual el llamado es a “no hacer más de lo mismo”. Más bien, debiera focalizarse en caminos de solución diferentes, más categóricos en aquello por definición superfluo, ya que en el próximo tramo de este trayecto requerirá asegurar el cumplimiento de las obligaciones básicas para la tranquilidad de su familia, olvidando el “que dirán”, y con una contundente dosis de fe en que logrará llevar a buen puerto este importante desafío.








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