En líneas generales, el escenario macroeconómico ha evolucionado acorde con lo previsto en el IPoM de junio. La inflación ha continuado bajando, aunque sigue alta, en un contexto donde la actividad y la demanda han seguido avanzando en su proceso de ajuste, las presiones de costos se han reducido y las expectativas de inflación a dos años plazo se ubican en 3%. Esto ha permitido al Consejo del Banco Central de Chile reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 175 puntos base (pb) desde julio, ubicándola en 9,5%. Si bien la disminución de la inflación es un fenómeno global, las perspectivas difieren entre países. Así, mientras en algunos la política monetaria está siendo menos contractiva, en otros se prevé una restricción más prolongada que lo anticipado, particularmente en el mundo desarrollado.
Estas divergencias han ido permeando a los mercados financieros globales, con movimientos opuestos de sus tasas de interés y la depreciación de un grupo importante de monedas, incluido el peso chileno. Las proyecciones del escenario central contienen pocos cambios respecto del IPoM anterior. El PIB tendrá una variación de entre 0,5 y 0% este año, para retomar tasas de expansión positivas en los dos ejercicios siguientes. El consumo privado se ha estabilizado y su proyección se mantiene, mientras la inversión se contraería este año algo menos que lo previsto. Se espera que la inflación total continúe disminuyendo, para alcanzar el 3% en la segunda mitad de 2024.
La inflación subyacente lo haría a inicios de 2025.
De materializarse las proyecciones del escenario central de este IPoM, en el corto plazo la TPM continuará la trayectoria delineada en la Reunión de julio. De todos modos, la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación. Si bien los escenarios de riesgo más extremos han ido perdiendo relevancia, el proceso de convergencia inflacionaria continúa presentando desafíos significativos.
La inflación ha seguido disminuyendo, aunque continúa alta. La política monetaria del Banco Central ha tenido un rol relevante en su descenso.
La inflación ha continuado disminuyendo en los últimos meses, desde máximos cercanos a 14% anual en 2022, hasta ubicarse en 6,5% anual en julio pasado, aún por encima de la meta de 3%.
Un factor clave en esta caída ha sido la resolución de los desbalances que acumuló la economía en años previos, en lo cual la política monetaria del Banco Central ha tenido un rol relevante.
Se agrega la moderación de las presiones de costos. Ello incluye el traspaso del menor nivel del dólar respecto de mediados de 2022, la reducción de las tarifas del transporte a nivel global y la baja de los precios externos.
La inflación total continuará reduciéndose y se prevé que llegue a 3% en la segunda mitad de 2024. La subyacente lo hará a comienzos de 2025.
El Banco Central ha comenzado a reducir la tasa de interés, en línea con la disminución de la inflación y el comportamiento de la economía.
Los avances en su proceso de ajuste y el aporte de otros factores han posibilitado la reducción de la inflación. Esto le ha permitido al Banco Central comenzar a reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM).
Desde julio a la fecha, la TPM acumula una baja de 175 puntos base, desde 11,25% a 9,5%
En el escenario central de este IPoM, el Consejo estima que para fines de año la tasa se ubicará entre 7,75 y 8%.
La magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM seguirán sujetas a la evolución del escenario macroeconómico, siempre considerando como objetivo que la inflación retorne a su meta.
Para el próximo año, se prevé que la economía chilena volverá a crecer y que la inflación retornará a la meta de 3%.
Las proyecciones de crecimiento para Chile no tienen grandes cambios respecto del Informe anterior.
Este año, el crecimiento de la economía se ubicará entre -0,5 y 0,0%.
Se prevé que la inflación cerrará el año en 4,3% anual, para llegar a 3% en la segunda mitad de 2024.
Hacia 2024 y 2025, la economía volverá a crecer. El consumo y la inversión se irán recuperando en la medida en que el crédito sea más barato y los ingresos suban luego del período de alta inflación.
La economía chilena sigue enfrentando riesgos importantes y el Banco Central se mantendrá atento a ellos, velando siempre por el control de la inflación.
Los riesgos siguen asociados, principalmente, a un posible mayor deterioro de la situación global.
A ello, se suma las crecientes dudas sobre la evolución de la economía china.
El Consejo del Banco Central seguirá atento para enfrentar los cambios que se puedan producir y actuar rápidamente en favor de las personas.
Fuente: Banco Central de Chile
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